En el año 2003 el hallazgo de un húmero de 178 cm de longitud despertó interés en todo el mundo. Era algo realmente extraordinario pero poca información teníamos sobre el fósil porque no habíamos tenido tiempo para estudiarlo.
El interés social era evidente, dado su gran tamaño, pero aún no conocíamos la importancia paleontológica que podría tener. Cualquier fósil contribuye al conocimiento de la vida en el pasado, pero hay una diferencia notable entre identificar una especie ya conocida o encontrarse a un "recién llegado" (como más tarde descubriríamos).
A finales de 2005, después de realizar estudios comparativos con otros dinosaurios, numerosos viajes para observar los más mínimos detalles en fósiles originales de dinosaurios semejantes y del intercambio de opiniones con colegas especializados en los dinosaurios saurópodos, ya teníamos algunas respuestas.
Se trataba no sólo de una nueva especie, sino de un nuevo género que estaba incluido, junto con otros dinosaurios, en un clado de dinosaurios nunca antes reconocido.
El equipo científico de la Fundación Dinópolis publicó en 2006 Turiasaurus riodevensis como un género y una especie nueva de dinosaurio en la prestigiosa revista Science. Como resultado de su estudio científico también se definió formalmente un nuevo clado de dinosaurios saurópodos: Turiasauria.
Esta historia no termina aquí, ya que entre los restos fósiles hallamos varios fragmentos de huesos craneales...
Imágenes ©N. Tamura ©Dmitry Bogdanov