La Fundación ha participado en el descubrimiento y en el estudio de unas huellas de un dinosaurio carnívoro gigante, un “megaterópodo”. La expedición tuvo lugar el año pasado en el país de Lesoto, enclavado en Sudáfrica. Las improntas, que miden casi 60 cm de largo, fueron descubiertas mientras se buscaban otras que habían sido mencionadas por el erudito David Ambrose cerca de donde trabajaba en la Universidad Nacional de Lesoto. La rica icnología de Lesoto se estudió con gran detalle en los años 70. Desde hace unos pocos años está de nuevo de actualidad gracias a los esfuerzos de Emese Bordy, de la Universidad de Ciudad del Cabo. El equipo de Emese Bordy, precisamente, en el cual se encontraba Fabien Knoll (investigador ARAID en la Fundación Dinópolis), es el que ha descubierto las inesperadas huellas de megateropódos. Este descubrimiento es importante porque son las huellas más antiguas de megateropodos de Gondwana (antiguo continente cuya fragmentación dio lugar a África y otras masas continentales). Datan del Jurásico Temprano (aproximadamente 200 millones de años), una época durante la cual los terópodos eran generalmente de tamaño mediano, como Coelophysis rhodesiensis, que no superaba los tres metros de longitud. Los más grandes de aquel tiempo, como Cryolophos aurusellioti, se aproximaban a los 7 metros. Ahora bien, las nuevas huellas de Lesoto corresponden a un animal de unos 9 metros de longitud. Los terópodos gigantes se hicieron más comunes hacia el final del Jurásico y, sobre todo, en el Cretácico, culminando en los 15 metros de longitud de Spinosaurus aegyptiacus. Al contrario, antes del límite Triásico-Jurásico los mayores terópodos alcanzaban solo unos 5 metros (como Liliensternus liliensterni) y las huellas más grandes de terópodos eran más pequeñas que las de Lesoto. El nuevo hallazgo corrobora la hipótesis de que los terópodos alcanzaron un gran tamaño relativamente pronto en su evolución, nada más empezar el Jurásico. Las nuevas huellas han sido llamadas Kayentapus ambrokholohali, en honor a David Ambrose y en referencia a su gran tamaño.

 

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Fabien Knoll, Fundación Dinópolis-ARAID, al lado de las huellas de megaterópodo de África y posible silueta del dinosaurio que produjo las huellas (modificado de un dibujo de S. Hartman, con autorización).

Referencia del artículo:

Sciscio L, Bordy EM, Abrahams M, Knoll F, McPhee BW (2017). The first megatheropod tracks from the Lower Jurassic upper Elliot Formation, Karoo Basin, Lesotho. PLoS ONE 12 (10): e0185941. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0185941